Casi 1,000 hombres, mujeres, niños y niñas están atrapados en Asha Kiran, la mayoría de los cuales vivirán allí toda su vida. Algunos están confinados en una cama con actividad limitada o nula y corren el riesgo de sufrir un retraso irreversible en su desarrollo físico, intelectual, emocional y social.