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ONU: Cinco países responsables de todas las ejecuciones de menores delincuentes desde 2005


Irán, Arabia Saudita, Sudán, Pakistán y Yemen ejecutaron a 32 por delitos cometidos en su niñez

(Nueva York, 10 de septiembre de 2008) – Poner fin a las ejecuciones por delitos cometidos por niños en sólo cinco países resultaría en la implementación universal de la prohibición de la pena de muerte para menores delincuentes, dijo Human Rights Watch en un informe publicado hoy. Los gobiernos deberían utilizar la apertura de la sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas a realizarse la próxima semana para comprometerse a elaborar reformas que se necesitan urgentemente a fin de proteger los derechos de niños y niñas en conflicto con la ley.

Faltan sólo cinco Estados para que lleguemos a la prohibición total de la pena de muerte impuesta a menores delincuentes. Estos pocos Estados resistentes deberían abandonar esa práctica barbárica para que ninguna persona más sea ejecutada por un crimen cometido en su niñez.

Clarisa Bencomo, investigadora en Medio Oriente de la división de los derechos del niño




En el informe de 20 páginas, “Los últimos Estados desobedientes: Erradicando la pena de muerte para menores delincuentes en Irán, Arabia Saudita, Sudán, Pakistán y Yemen”, Human Rights Watch documenta las fallas en la ley y la práctica que desde enero de 2005 han tenido como consecuencia 32 ejecuciones de menores delincuentes en cinco países: Irán (26), Arabia Saudita (2), Sudán (2), Pakistán (1) y Yemen (1). El informe también resalta casos de individuos recientemente ejecutados o que se enfrentan a ejecución en los cinco países, donde en la actualidad bastante más de 100 menores delincuentes están condenados a muerte, a la espera del resultado de una apelación judicial o, en algunos casos de asesinato, del resultado de negociaciones de indultos a cambio de compensación financiera.  
 
“Faltan sólo cinco Estados para que lleguemos a la prohibición total de la pena de muerte impuesta a menores delincuentes”, dijo Clarisa Bencomo, investigadora en Medio Oriente de la división de los derechos del niño de Human Rights Watch. “Estos pocos Estados resistentes deberían abandonar esa práctica barbárica para que ninguna persona más sea ejecutada por un crimen cometido en su niñez”.  
 
Todos los Estados del mundo han ratificado o accedido a tratados que les obligan a asegurar que nunca se condene a muerte a menores delincuentes – personas con menos de 18 años de edad al momento de cometer el delito. La inmensa mayoría de los Estados cumple esta obligación y en años recientes varios – entre ellos Estados Unidos y China – han avanzado hacia la prohibición de la pena de muerte para personas menores de edad y al fortalecimiento de protecciones de la justicia dirigidas a este grupo.  
 
La gran mayoría de las ejecuciones de menores delincuentes ocurre en Irán, donde los jueces pueden imponer la pena de muerte en casos capitales si la persona acusada ha llegado a la “mayoría de edad”, que la ley iraní define como nueve años para niñas y 15 en el caso de los varones. Se sabe que Irán ha ejecutado a seis menores delincuentes hasta la fecha en 2008, incluyendo dos en agosto: Behnam Zare y Seyyed Reza Hejazi, respectivamente el 26 y el 19 de agosto de 2008. En la actualidad, más de 130 jóvenes están condenados a muerte.  
 
En Arabia Saudita, los jueces gozan de discrecionalidad para imponer la pena de muerte a niños y niñas desde la pubertad o los 15 años – lo que ocurra primero. El Estado ejecutó por lo menos a dos menores delincuentes en 2007: Dhahiyan bin Rakan bin Sa’d al-Thawri al-Sibai’i el 21 de julio y Mu’id bin Husayn bin Abu al-Qasim bin ’Ali Hakami el 10 de julio. Hakami tenía apenas 13 años al momento del presunto crimen y 15 cuando fue ejecutado. Según su padre, las autoridades sauditas no informaron a la familia sobre la ejecución sino hasta días después de que ésta se llevó a cabo ni devolvieron el cuerpo del joven.  
 
En Sudán, la Constitución Nacional Provisional de 2005 permite la aplicación de la pena de muerte a menores delincuentes para ciertos crímenes, incluyendo el asesinato y el robo a mano armada que resulte en homicidio o violación sexual. La ambigüedad del lenguaje de la Ley sobre la Infancia de 2004 de Sudán deja abierta la posibilidad de condenar a muerte a niños y niñas de conformidad con el Código Penal de 1991, que define al adulto como “una persona cuya pubertad ha sido establecida por características naturales definidas y que ha completado la edad de 15 años ... [o] llegado a los 18 años de edad ... aun si las características de la pubertad no han aparecido”. Dado que más del 35 por ciento de los nacimientos sudaneses no se registra, incluso menores delincuentes muy jóvenes pueden enfrentarse a la ejecución pues carecen de certificados de nacimiento que demuestren su edad al momento de haber cometido el delito. Sudán ejecutó a dos menores delincuentes, Mohammed Jamal Gesmallah e Imad Ali Abdullah, el 31 de agosto de 2005 y ha condenado a muerte por lo menos a otros cuatro desde enero de 2005.  
 
En Pakistán, la Ordenanza del Sistema de Justicia para Menores Delincuentes de 2000 prohíbe la pena de muerte en casos de crímenes perpetrados por personas que tienen menos de 18 años al momento de cometerlos, pero las autoridades aún no han implementado la normativa en todos los territorios. En vista de que sólo el 29.5 por ciento de los nacimientos se registra, para menores delincuentes puede ser imposible convencer a un juez de que eran niños cuando cometieron el delito. Pakistán ejecutó a un menor delincuente, Mutabar Khan, el 13 de junio de 2006.  
 
En Yemen, el Código Penal establece una sentencia máxima de 10 años para crímenes capitales cometidos por personas menores de 18 años, pero en un país donde se registra sólo el 22 por ciento de los nacimientos y con mínima capacidad para determinar la edad por medios forenses, puede ser imposible que niños y niñas demuestren la edad que tenían al momento de cometer el delito. Yemen ejecutó a un menor delincuente, Adil Muhammad Saif al-Ma’amari, en febrero de 2007, a pesar de que él aseveró que tenía 16 años cuando cometió el delito y fue torturado para que confesara. Según organizaciones no gubernamentales y fuentes del gobierno, en 2007 por lo menos otros 18 menores delincuentes permanecían en el corredor de la muerte.  
 
“Incluso los Estados que continúan ejecutando a menores delincuentes reconocen que estas ejecuciones son erradas”, dijo Bencomo. “Pero los cambios en la ley y la práctica deben darse más rápidamente”.  
 
En las próximas semanas, el secretario general de las Naciones Unidas presentará un informe a la Asamblea General de la ONU acerca del seguimiento a la resolución innovadora de ésta, adoptada en diciembre de 2007, que llama a establecer una moratoria sobre la pena de muerte para todos los crímenes. Human Rights Watch exhorta a los Estados miembros a solicitar que el secretario general emita un informe similar acerca del cumplimiento de la prohibición absoluta de la pena de muerte para menores delincuentes, incluyendo información sobre:  
1. la cantidad de menores delincuentes que actualmente están condenados a muerte, así como cuántos fueron ejecutados en los últimos cinco años;  
2. las tasas de registro de nacimientos; y  
3. la aplicación de legislación nacional relevante por parte de los Estados, incluidos los mecanismos para asegurar que los y las menores delincuentes cuenten con asesoría legal en todas las etapas de la investigación y del juicio.
VERSIÓN SÓLO TEXTO
The Last Holdouts: Ending the Juvenile Death Penalty in Iran, Saudi Arabia, Sudan, Pakistan, and Yemen
Un llamamiento internacional para dar fin a la ejecución de delincuentes juveniles
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