A los niños y niñas de todo el mundo que son detenidos y encarcelados por presuntos delitos se les niega a menudo la protección a la que tienen derecho en virtud de la Convención sobre los Derechos del Niño. En muchos países, niñas y niños son acusados y condenados por actos que no deberían constituir un delito, como el absentismo escolar o el mal comportamiento en el hogar. Muchos Estados encarcelan innecesariamente a niños, niñas y jóvenes, en lugar de dar prioridad al tratamiento, los sistemas de apoyo y la educación para abordar el comportamiento. Algunos Estados fijan una edad mínima de responsabilidad penal inferior a la edad internacionalmente aceptable de 14 años. Algunos Estados también tratan a ciertos niños y niñas como si fueran adultos durante su juicio y sentencia. En algunos países se siguen imponiendo penas de muerte, cadena perpetua sin libertad condicional y castigos físicos, en violación del derecho internacional. También se viola a menudo la prohibición internacional de detener a menores junto con adultos.

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