Alrededor de 160 millones de niñas y niños, casi 1 de cada 10 en todo el mundo, trabaja, y 80 millones lo hacen en condiciones peligrosas en sectores como la agricultura, la minería, el trabajo doméstico y otros. En las plantaciones de tabaco, los niños y niñas trabajan largas horas en condiciones de calor extremo, expuestos a la nicotina y a pesticidas tóxicos que pueden enfermarles. En África, Asia y América Latina, niñas y niños trabajan en minas de oro artesanales y a pequeña escala, en pozos subterráneos que se derrumban con facilidad, y utilizan mercurio tóxico para procesar el oro, con el riesgo de sufrir lesiones cerebrales y otras enfermedades graves. Desde Human Rights Watch trabajamos para acabar con las peores formas de trabajo infantil y garantizar que todos los niños y niñas estén protegidos frente a trabajos que interfieren en su salud, seguridad y educación.

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