El ejército de Indonesia pidió disculpas a "todo el pueblo papú" y detuvo a 13 soldados de un batallón de élite de Java Occidental que habían torturado a un hombre de Papúa en Gome, Papúa Central.
Un vídeo publicado en las redes sociales muestra a tres soldados con camisetas del ejército golpeando brutalmente a Definus Kogoya, un joven papú, al que habían atado las manos por detrás y metido dentro de un barril lleno de agua. Los soldados se burlaron de Kogoya con insultos racistas, lo patearon y lo golpearon. En otro vídeo, un hombre utilizó una bayoneta para cortarle la espalda. El agua se tiñó de rojo.
El portavoz del ejército, el general de brigada Kristomei Sianturi, declaró que los soldados habían "empañado los esfuerzos por atajar el conflicto" en Papúa Central, y añadió que la policía militar había interrogado a 42 soldados del 300 Batallón de Infantería de Asalto, e identificado al menos a 13 sospechosos.
El general Sianturi afirmó que Kogoya era miembro del Ejército de Liberación Nacional de Papúa Occidental y que había sido detenido el 3 de febrero con otros dos hombres papúes, Alianus Murib y Warinus Kogoya, después de que supuestamente intentaran quemar una clínica médica en Gome. Dijo que Warinus Kogoya murió al saltar de un vehículo militar tras su detención.
Kogoya y Murib fueron entregados a la policía el 6 de febrero. La policía liberó inmediatamente a los dos hombres al no encontrar indicios de incendio provocado ni de otros actos violentos. Ambos hombres necesitaron tratamiento médico.
El 21 de marzo, Benny Wenda, líder de Papúa Occidental en el exilio en el Reino Unido, publicó el video, diciendo: "La tortura es una práctica militar tan extendida que ha sido descrita como un 'modo de gobierno' en Papúa Occidental".
Human Rights Watch ha documentado numerosos relatos de tortura en Papúa Occidental durante las dos últimas décadas, algunos de ellos filmados y hechos públicos posteriormente. Varios soldados han sido procesados pero han recibido penas leves.
Algunos funcionarios indonesios han culpado a militantes papúes cuando se han enfrentado a acusaciones de tortura.
Aunque en Papúa Central hay un conflicto armado en curso -en mayo de 2023, un soldado indonesio recibió un disparo mortal-, el derecho internacional prohíbe la tortura y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes contra civiles o combatientes capturados bajo custodia.
Para poner fin a estos abusos, las autoridades indonesias deben procesar a los presuntos autores ante tribunales civiles. El sistema de justicia militar indonesio carece de independencia, imparcialidad y transparencia.