(Montevideo)– La instauración de una federación mundial de trabajadores del hogar es una señal de la creciente fortaleza del movimiento y también, del momento clave en el que nos encontramos para evaluar los avances conseguidos a favor de un sector de trabajadores que tradicionalmente ha estado excluido de las garantías laborales básicas, señalaron hoy la Red Internacional de Trabajadores del Hogar (International Domestic Workers Network, IDWN), la Confederación Sindical Internacional (CSI) y Human Rights Watch. Se estima que hay 53 millones de trabajadores del hogar en el mundo, en su mayoría mujeres y niñas, y que muchos de estos trabajadores son migrantes.
En los dos últimos años, 25 países reforzaron las garantías legales para los trabajadores del hogar, y muchas de las reformas más profundas se produjeron en naciones de América Latina. Algunos de los problemas más significativos se vislumbran en la Unión Europea, donde debido al creciente envejecimiento de la población existe una fuerte dependencia de los servicios brindados por los trabajadores del hogar, así como en Medio Oriente y Asia, donde hubo escasos adelantos y se registran algunos de los abusos más alarmantes.
“A pesar de que los trabajadores del hogar brindan servicios indispensables de los que dependen las familias, como cocinar, limpiar y cuidar de niños, hemos sufrido discriminación y marginación durante generaciones”, observó Myrtle Witbooi, presidenta de la Red Internacional de Trabajadores Domésticos. “Esta situación tiene que terminar”.
Líderes sindicales de más de 40 países se reunieron en Montevideo del 26 al 28 de octubre para crear la Federación Internacional de Trabajadores del Hogar, con el propósito de organizar a los trabajadores del hogar de todo el mundo, compartir estrategias entre distintas regiones y reivindicar sus derechos.
La IDWN, la CSI y Human Rights Watch presentan un nuevo informe de 33 páginas denominado “Reivindicar los derechos: Movimientos de los trabajadores del hogar y avances globales en materia de reforma laboral”. El informe examina la ratificación del Convenio sobre el Trabajo Decente para las Trabajadoras y los Trabajadores Domésticos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las reformas nacionales de la legislación laboral y la progresiva influencia de movimientos emergentes de defensa de los derechos de trabajadores del hogar.
Según la OIT, casi el 30 por ciento de los trabajadores del hogar de todo el mundo se desempeñan en países donde quedan totalmente excluidos de los beneficios de las leyes laborales nacionales, como días de descanso semanales, limitaciones a la cantidad de horas de la jornada de trabajo, salario mínimo y remuneración de horas extra. Incluso cuando se encuentran parcialmente protegidos por estos beneficios, los trabajadores del hogar muchas veces no tienen acceso a garantías fundamentales como los requisitos sobre la edad mínima laboral, licencia por maternidad, prestaciones de seguridad social y medidas sobre salud ocupacional.
El Convenio sobre los Trabajadores del Hogar entró en vigor el 5 de septiembre de 2013. Este histórico tratado adoptado en 2011 es el primero en establecer estándares globales para el trabajo en el ámbito doméstico. El nuevo Convenio reconoce a los trabajadores del hogar los mismos derechos fundamentales que corresponden a otros trabajadores.
El Convenio sobre los Trabajadores del Hogar ha sido ratificado por diez países: Uruguay, Filipinas, Mauricio, Nicaragua, Italia, Bolivia, Paraguay, Sudáfrica, Guyana, y Alemania. Varios países más están completando estos procesos. En julio, el Consejo de la Unión Europea adoptó una decisión preliminar mediante la cual autorizó a los estados miembros de la UE a ratificar el Convenio sobre los Trabajadores del Hogar “en interés de la Unión Europea”.
“El avance con respecto a la ratificación y la adopción de leyes más eficaces que se observa actualmente en países de América Latina y, en menor medida, en otras regiones muestra que los gobiernos sí están en condiciones de proteger a los trabajadores del hogar”, observó Sharan Burrow, secretaria general de la CSI. “Los gobiernos que se encuentran rezagados, en particular aquellos de Asia y Medio Oriente, deben actuar sin demora”.
Pese a los adelantos jurídicos conseguidos recientemente en algunos países (ver mapa en la pág. 8 del informe), numerosos trabajadores del hogar aún reciben una remuneración muy inferior a la que corresponde y son obligados a trabajar durante extensas jornadas, los siete días de la semana. También es común que se retengan sus salarios. Muchas mujeres y niñas no pueden salir de las viviendas donde trabajan, y pueden estar expuestas a abusos psicológicos, físicos o sexuales.
Ciertas categorías de trabajadores del hogar, incluidos aquellos que viven en las casas donde trabajan, los niños y los migrantes, se enfrentan a mayores riesgos de abuso. Investigaciones recientes de la OITdeterminaron que si bien el trabajo infantil se redujo en otros sectores durante los últimos años, la cantidad de niños en el servicio doméstico aumentó un 9 por ciento entre 2008 y 2012. Los migrantes internacionales pueden ser víctimas de explotación a través de prácticas de contrataciones abusivas, políticas sobre inmigración restrictivas, discriminación y posibilidades limitadas de resarcimiento.
Como ha sido documentado por la OIT, Human Rights Watch, IDWN y CSI, los trabajadores del hogar pueden verse atrapados en situaciones de trabajo forzado, incluida la trata de personas.
“Esta gama de violaciones de derechos humanos infligidas a trabajadores del hogar evidencia la urgente necesidad de contar con leyes más efectivas, medidas de aplicación más rigurosas y un cambio radical en la valoración del trabajo en el ámbito doméstico”, opinó Nisha Varia, investigadora principal sobre derechos de la mujer de Human Rights Watch. “Abordar y prevenir estos abusos tendrá una trascendencia para millones de vidas”.
El informe analiza las reformas implementadas en países tan diversos como Brasil, la India, Italia, Tanzania y Estados Unidos, y evalúa el éxito conseguido por movimientos que defienden los derechos de los trabajadores del hogar y operan a nivel de las bases y en el ámbito nacional y regional. Por ejemplo, la CSIencabezó la campaña “12 para 12”en colaboración con otros sindicatos y organizaciones de la sociedad civil, que apuntaba a conseguir la ratificación del Convenio sobre los Trabajadores del Hogar en distintos países. Las acciones de incidencia relacionadas con la campaña han conseguido que se organizaran manifestaciones, reuniones con funcionarios gubernamentales, campañas en los medios sociales, acciones para reclutar nuevos miembros entre los trabajadores del hogar y nuevas alianzas entre estos trabajadores y sindicatos en más de 90 países.
Organizar a trabajadores del hogar implica numerosos desafíos, tanto de índole práctico —por la falta de tiempo y la posibilidad de movilidad limitada de estos trabajadores— como legal. En algunos países, la legislación prohíbe a los trabajadores del hogar conformar sus propios sindicatos o incorporarse a otros existentes, especialmente cuando son además migrantes. Por ejemplo, Bangladesh, Tailandia y Estados Unidos no reconocen a los trabajadores del hogar el derecho a formar sindicatos para reivindicar sus derechos.
Los ejemplos de reformas legales nacionales destacados en el informe incluyen los siguientes casos:
- Argentina estableció en marzo de 2013 una jornada laboral máxima de 48 horas por semana, un período de descanso semanal, la remuneración de horas extras, vacaciones anuales, licencia por enfermedad y beneficios por maternidad. También extendió garantías adicionales a trabajadores del hogar sin retiro y a menores.
- Brasil adoptó una reforma constitucional en marzo de 2013 mediante la cual se reconoce a los 6,5 millones de trabajadores del hogar que, según se estima, existen en el país el derecho a percibir el pago de horas extras, seguro por desempleo, jubilación, una jornada laboral máxima de 8 horas diarias y una carga laboral semanal de 44 horas.
- Una sentencia emblemática dictada en Kenia en diciembre de 2012 extendió a los trabajadores del hogar las garantías de la ley de trabajo, incluido el salario mínimo nacional y los beneficios de la seguridad social.
- Filipinas sancionó una ley en enero de 2013 que establecía la obligación de celebrar un contrato de trabajo y otorgaba un mínimo salarial mejorado, beneficios de seguridad social y seguro público de salud a cerca de 1,9 millones de trabajadores del hogar. La nueva ley también prohíbe a las agencias de empleo y a los empleadores cobrar honorarios por contratación y les impone la responsabilidad de pagar los salarios y brindar beneficios.
- En noviembre de 2011, España estableció requisitos sobre salario mínimo, descanso semanal y anual, licencia por maternidad y compensación por el tiempo ocioso durante el cual los empleados no trabajan pero se les exige igualmente permanecer disponibles, e incorporó a los trabajadores del hogar a su sistema de seguridad social.
- En 2012, Venezuela extendió a los trabajadores del hogar las garantías sobre semana laboral máxima de 40 horas, dos días de descanso por semana, vacaciones remuneradas y salario mínimo.