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(Londres) – La sociedad civil encabezará una iniciativa para que los países prohíban las armas completamente autónomas, señaló hoy Human Rights Watch durante el lanzamiento de la Campaña contra los Robots de Combate, de alcance global. Estas potenciales armas del futuro, en ocasiones llamadas “robots de combate”, estarían equipadas para seleccionar y atacar objetivos sin ningún tipo de intervención humana.

“No debe permitirse la fabricación de robots armados con capacidad letal que puedan identificar y matar personas sin ninguna intervención humana”, indicó Steve Goose, director de la División de Armas de Human Rights Watch. “Es indispensable que un humano esté siempre ‘al tanto’ cuando se tomen decisiones en el campo de batalla. Los robots de combate supondrían dar un paso que transgrede los límites morales y legales, y deberían ser rechazados como una posibilidad irreconciliable con la conciencia pública”.

Human Rights Watch ha sido el coordinador inicial de la Campaña contra los Robots de Combate (Campaign to Stop Killer Robots), una nueva coalición internacional integrada por organizaciones no gubernamentales que exige la prohibición absoluta y preventiva de las armas completamente autónomas. Esta prohibición debería acordarse a través de un tratado internacional, así como de leyes nacionales y otras medidas.

Durante la última década, el uso progresivo de vehículos armados no tripulados o teledirigidos (drones) ha modificado radicalmente los métodos de combate, y ha generado nuevos desafíos humanitarios y jurídicos. En la actualidad, los vertiginosos cambios tecnológicos han permitido que Estados Unidos y otros países cuyas fuerzas militares cuentan con equipamiento de última generación, entre ellos China, Israel, Rusia y el Reino Unido, implementen sistemas que podrían dotar de mayor autonomía a la maquinaria utilizada en combates. Si uno o más países deciden utilizar armas completamente autónomas, otros podrán sentirse obligados a cesar su política de moderación y dar comienzo así a una carrera armamentista para la incorporación de robots de combate.

“Numerosas fuerzas militares trabajan actualmente para incrementar aún más la autonomía de su armamento, y es necesario actuar ahora para trazar un límite claro respecto de las armas completamente autónomas”, observó Goose. “Estas armas llevan demasiado lejos los adelantos tecnológicos, por lo que se requiere en forma urgente adoptar una prohibición, antes de que la inversión realizada, los avances tecnológicos y las nuevas doctrinas militares hagan que sea imposible poner freno a esta tendencia”.

El relator especial sobre las ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, el Profesor Christof Heyns, presentará su informe sobre robots con capacidad letal autónoma durante la segunda sesión del Consejo de Derechos Humanos, que comenzará en Ginebra el 27 de mayo de 2013. Se prevé que el informe presentará recomendaciones a los gobiernos para que adopten medidas vinculadas con las armas completamente autónomas.

El 19 de noviembre de 2012, Human Rights Watch y la International Human Rights Clinic de la Facultad de Derecho de Harvard publicaron “Losing Humanity: The Case Against Killer Robots” (Perder la humanidad: razones para rechazar el uso de robots de combate), un informe de 50 páginas donde estas organizaciones alertan sobre los cuestionamientos jurídicos, éticos, en materia de política pública y de otra índole que plantean las armas completamente autónomas. “Losing Humanity” comprobó que las armas completamente autónomas probablemente no se adecuen a lo establecido en disposiciones fundamentales del derecho internacional humanitario en la mayoría de los contextos bélicos de la actualidad, y que su uso supondría una importante ausencia de rendición de cuentas, en tanto no queda claro quién sería jurídicamente responsable por las acciones de un robot.

El informe también explica en detalle que los robots autónomos obstaculizarían la aplicación de otros controles destinados a evitar que mueran civiles. Entre otras cosas, el uso de armas completamente autónomas no contempla la posibilidad de compasión humana hacia las víctimas, y podría suceder que gobiernos autócratas usen este recurso de manera abusiva contra su propia población.

En reconocimiento de los problemas que podrían generar estas armas, el Departamento de Defensa de Estados Unidos emitió una directiva el 21 de noviembre que, hasta el momento, exige que un humano esté “al tanto” de las decisiones que impliquen el uso de fuerza letal. Durante un plazo de 10 años, la Directiva Número 3000.09 autoriza en forma general al Departamento de Defensa a desarrollar o utilizar únicamente sistemas completamente autónomos que no apliquen la fuerza letal, a menos que las autoridades de ese departamento cancelen dicha política. Se trata, en la práctica, de la primera moratoria sobre armas letales completamente autónomas a nivel mundial. Si bien es una medida positiva, la directiva no ofrece una solución integral ni permanente a los posibles problemas que implican los sistemas totalmente autónomos.

La Campaña contra los Robots de Combate congrega a varias organizaciones no gubernamentales que participan activamente en iniciativas exitosas de prohibición de minas antipersonales, municiones en racimo y armas láser que causan ceguera. En conjunto, sus miembros ostentan amplia experiencia en robótica y ciencia, asistencia y desarrollo, derechos humanos, desarme humanitario, derecho internacional y diplomacia, y empoderamiento de mujeres, jóvenes y personas con discapacidad. La campaña está formando una red de contactos con organizaciones de la sociedad civil en países como Canadá, Colombia, Egipto, Alemania, Japón, Países Bajos, Nueva Zelandia, Pakistán, el Reino Unido y Estados Unidos.

 

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