Hoy, el gobierno húngaro asume el liderazgo de la Unión Europea durante los próximos seis meses, lo que ha despertado gran inquietud entre los expertos en derechos humanos.
Hasta finales de este año, Hungría ostenta la presidencia rotatoria del Consejo de la UE. Por supuesto, esto no da a Budapest ningún tipo de poder dictatorial: la UE y sus instituciones son mucho más complejas y resistentes que eso. Pero sí otorga al gobierno húngaro un papel clave en la presidencia de las reuniones de alto nivel y en el establecimiento del orden del día de esas reuniones decisivas.
Y eso es bastante preocupante, dado el enfoque demoledor del gobierno húngaro hacia la democracia y los derechos humanos en Hungría. Durante 14 años, el primer ministro Viktor Orbán y su partido gobernante, Fidesz, han "centralizado sistemáticamente el poder, socavado las garantías democráticas y debilitado el Estado de derecho".
Orbán cambia la Constitución del país a su antojo, declarando varios estados de excepción que le permiten gobernar por decreto, eludiendo incluso al Parlamento, ahora con su sello de aprobación.
El partido en el poder hace todo lo posible por silenciar a los críticos, atacando a periodistas independientes, medios de comunicación y organizaciones de la sociedad civil, como Transparencia Internacional y el grupo de periodismo de investigación Átlátszó.
El partido de Orbán se ha hecho con el control de la mayoría de los medios de comunicación del país y los utiliza para difundir mentiras progubernamentales y partidistas.
También denigran constantemente a grupos minoritarios -inmigrantes, personas LGBT y otros- para incitar al odio y crear chivos expiatorios que desvíen la atención de la gente de su toma de poder antidemocrática y del hecho de que, bajo Fidesz, Hungría es el país más corrupto de la UE y también el más empobrecido.
Gastan grandes cantidades del dinero de los contribuyentes en campañas mediáticas nacionales de desinformación alarmista contra estos grupos, y también contra la Unión Europea.
Ahora, durante los próximos seis meses, estarán al mando de la UE.
El mes pasado, funcionarios húngaros revelaron que el lema de la presidencia semestral húngara del Consejo de la Unión Europea sería el asombrosamente poco original "Make Europe Great Again" (Hagamos a Europa grande de nuevo), o MEGA.
No sé a qué época de la historia europea se refiere aquí el gobierno húngaro, pero sí sé que muchos de los que hemos seguido sus abusos durante los últimos 14 años estamos MEGA-preocupados por lo que está por venir en los próximos seis meses.
