Skip to main content
Done ahora

Qatar: escasos avances en la protección de los trabajadores inmigrantes

A medida que se acerca la Copa del Mundo, el gobierno todavía no ha cumplido sus promesas de reformas clave

Los trabajadores inmigrantes en Qatar representan alrededor del 95 por ciento de la fuerza laboral del país. Estos trabajadores están construyendo la infraestructura, los hoteles y los estadios del país, y están impulsando su sector de servicios.  © 2020 John Holmes para Human Rights Watch

(Beirut) –Los esfuerzos de las autoridades de Qatar para proteger el derecho de los trabajadores inmigrantes a salarios adecuados y puntuales han resultado en gran medida infructuosos, dijo Human Rights Watch en un informe y un video complementario publicados hoy. A pesar de unas cuantas reformas en los últimos años, la retención y el impago de salarios, así como otros abusos salariales, son persistentes y generalizados en por lo menos 60 empleadores y empresas en Qatar.

El informe de 78 páginas “‘How Can We Work Without Wages’?: Salary Abuses Facing Migrant Workers Ahead of Qatar’s FIFA World Cup 2022” (“‘¿Cómo podemos trabajar sin salario?’: abusos salariales que enfrentan los trabajadores inmigrantes antes de la Copa Mundial de la FIFA 2022 de Qatar”) muestra que los empleadores de Qatar con frecuencia violan el derecho de los trabajadores al salario y que Qatar no ha cumplido con su compromiso de 2017 con la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de proteger a los trabajadores inmigrantes de los abusos salariales y de abolir el sistema kafala, que vincula las visas de trabajadores inmigrantes a sus empleadores. Human Rights Watch encontró numerosos casos de abuso salarial en diversas ocupaciones, como guardias de seguridad, meseros, baristas, porteros de discoteca, limpiadores, personal de administración y trabajadores de la construcción.

“Diez años después de que Qatar ganara el derecho a ser sede de la Copa Mundial de la FIFA 2022, los trabajadores inmigrantes todavía enfrentan retrasos, impagos y deducciones de sus salarios”, señaló Michael Page, director adjunto para Oriente Medio y África del Norte de Human Rights Watch. “Hemos oído hablar de trabajadores que han muerto de hambre debido a atrasos en el cobro de sus salarios, trabajadores endeudados que trabajan duro en Qatar solo para ser mal pagados y trabajadores atrapados en condiciones abusivas por temor a represalias”.

Para este informe Human Rights Watch entrevistó a más de 93 inmigrantes que trabajaban para más de 60 empresas o empleadores y revisó documentos e informes legales.

Qatar ha dependido de 2 millones de trabajadores inmigrantes, lo que representa alrededor del 95 por ciento de su fuerza laboral total. Muchos están construyendo o prestando servicio a los estadios, el transporte, los hoteles y demás infraestructura para la próxima Copa Mundial de la FIFA 2022. Si bien llegan a Qatar con la esperanza de obtener empleos e ingresos estables, muchos se encuentran con abusos salariales que los endeudan y los atrapan en estos trabajos con mecanismos de reparación ineficaces.

Cincuenta y nueve trabajadores dijeron que habían sufrido retrasos, retenciones o impagos en sus salarios; 9 trabajadores dijeron que no les habían pagado porque los empleadores aseguraron no tener suficientes clientes; 55 dijeron que no les habían pagado las horas extraordinarias a pesar de haber trabajado jornadas de más de 10 horas; y 13 dijeron que sus empleadores habían reemplazado su contrato de trabajo original por uno que favorecía a las empresas. Veinte denunciaron no haber recibido beneficios obligatorios por terminación del servicio; y 12 dijeron que los empleadores hicieron deducciones arbitrarias de sus salarios.

Los abusos salariales se han exacerbado aún más desde que estalló la pandemia de COVID-19. Algunos empleadores utilizaron la pandemia como pretexto para retener salarios o negarse a pagar los salarios pendientes a los trabajadores detenidos y repatriados por la fuerza. Algunos trabajadores dijeron que ni siquiera podían permitirse comprar alimentos. Otros dijeron que habían tenido que endeudarse para sobrevivir.

Un gerente de recursos humanos de 38 años de una empresa constructora en Qatar, que tiene un contrato para trabajar en la parte externa de un estadio para la Copa del Mundo, dijo que su salario mensual se ha retrasado hasta 4 meses al menos 5 veces en 2018 y 2019. “Estoy afectado porque debido a la demora en el salario, estoy atrasado en mis pagos de la tarjeta de crédito, el alquiler y las cuotas escolares de los niños”, explicó. “Incluso en este momento mi salario tiene un retraso de dos meses ... Es la misma historia para todo el personal de mi nivel e incluso para los obreros. No puedo imaginar cómo se las arreglan los obreros; no pueden pedir préstamos al banco con la misma facilidad que yo”.

Human Rights Watch descubrió que el sistema de kafala era uno de los factores que facilitaban el abuso. En 2017, Qatar prometió abolir el sistema de kafala y, aunque la introducción de algunas medidas lo ha debilitado, el sistema aún otorga a los empleadores un poder y un control ilimitados sobre los trabajadores inmigrantes.

Los abusos salariales también se deben a prácticas de contratación engañosas tanto en Qatar como en los países de origen de los trabajadores, que les obligan a pagar entre US$700 y US$2.600 para asegurar puestos de trabajo en Qatar. Cuando los trabajadores llegan a Qatar, ya están endeudados y atrapados en trabajos que a menudo pagan menos de lo prometido. Human Rights Watch descubrió que 72 de los trabajadores entrevistados habían solicitado préstamos para pagar las tarifas de contratación. Las prácticas comerciales, incluida la cláusula de “pago cuando se paga”, agravan el abuso salarial. Estas prácticas permiten a los subcontratistas a los que no se les ha pagado retrasar los pagos a los trabajadores.

“Llevo esperando cobrar dinero desde agosto de 2019”, dijo un ingeniero de 34 años que acudió a un tribunal laboral para denunciar el impago de 7 meses de salarios y que pidió dinero prestado a amigos en Qatar para enviárselo a su familia en Nepal. Primero fue a los tribunales hace un año y todavía está esperando sus pagos: “Me muero de hambre porque ni siquiera tengo dinero para comida. ¿Cómo devolveré mis préstamos si no obtengo mi salario [mediante el proceso legal]? A veces pienso que el suicidio es mi única opción”.

Los abusos salariales se encuentran entre las violaciones más comunes y devastadoras de los derechos de los trabajadores inmigrantes en Qatar y la región del Golfo, donde coexisten varias versiones del sistema de kafala. Para abordar el abuso salarial, el gobierno de Qatar creó el Sistema de Protección Salarial (WPS, por sus siglas en inglés) en 2015; los Comités para la Resolución de Conflictos Laborales, en 2017, y el Fondo de Seguro y Apoyo a los Trabajadores, en 2018.

Sin embargo, Human Rights Watch descubrió que el WPS se puede describir mejor como un sistema de monitoreo de salarios con importantes brechas en su capacidad de supervisión. Los empleadores a menudo confiscan las tarjetas de cajero automático a los trabajadores, las cuales supuestamente utilizan los trabajadores para cobrar sus salarios. De manera similar, llevar los casos de abuso de salario ante los Comités puede ser difícil, costoso, lento e ineficaz, y los trabajadores temen represalias por parte de los empleadores. Y el Fondo de Seguro y Apoyo a los Trabajadores, destinado a garantizar que se pague a los trabajadores cuando las empresas no pueden pagar, no entró en funcionamiento hasta principios de este año.

En octubre de 2019, el gobierno anunció reformas significativas que establecerían un salario mínimo no discriminatorio para todos los trabajadores inmigrantes en Qatar y les permitirían cambiar o dejar sus trabajos sin depender del consentimiento del empleador. Sin embargo, parece que se mantendrán otros elementos del sistema que siguen otorgando a los empleadores cierto control sobre sus trabajadores. Se esperaba que las reformas se implementaran en enero de 2020.

Human Rights Watch envió los hallazgos de este informe con algunas consultas al Ministerio de Trabajo y al Ministerio del Interior de Qatar, así como a la FIFA y al Comité Supremo para la Organización y el Legado de Qatar. Recibimos respuestas del Comité Supremo, la Oficina de Comunicaciones del Gobierno de Qatar (GCO) y la FIFA.

En respuesta a una solicitud de comentarios, la FIFA declaró que “la FIFA y su aliado de confianza, el Comité Supremo para la Organización y el Legado, tienen una política de tolerancia cero a cualquier forma de discriminación y abuso salarial. A través de nuestro trabajo para proteger los derechos de los trabajadores de la Copa Mundial de la FIFA en Qatar, la FIFA y el CS son conscientes de la importancia de las medidas de protección salarial en el país y es por eso que hemos implementado sistemas sólidos para prevenir y mitigar el abuso salarial en las sedes de la Copa Mundial de la FIFA, así como mecanismos para que los trabajadores planteen posibles quejas y prácticas para proporcionar soluciones cuando las empresas no cumplan con nuestros estándares. LA FIFA anima encarecidamente a los trabajadores y las ONG que deseen plantear sus preocupaciones con respecto a las sedes de la Copa Mundial de la FIFA a través de la línea directa de Bienestar de los Trabajadores del Comité Supremo (ver aquí). Esto permitirá a los equipos en el terreno verificar dicha información y tomar las medidas adecuadas cuando sea pertinente, como siempre en el mejor interés de los respectivos trabajadores”.

La FIFA alentó a los trabajadores y las ONG que deseen plantear preocupaciones con respecto a las sedes de la Copa Mundial de la FIFA a través de la línea directa de Bienestar de los Trabajadores del Comité Supremo. “A Qatar le quedan dos años antes de que los jugadores pateen el primer balón en la Copa Mundial de la FIFA”, dijo Page. “El tiempo se está agotando y Qatar debe demostrar que cumplirá su promesa de abolir el sistema de kafala, mejorar sus sistemas de control de salarios, acelerar sus mecanismos de reparación y adoptar medidas adicionales para abordar el abuso salarial”.

Your tax deductible gift can help stop human rights violations and save lives around the world.

Las más vistas