Ahora que la Unión Europea se dirige a las urnas dentro de unas semanas, y con otras elecciones clave en el horizonte en otras partes del mundo, hablemos de cómo utilizamos nuestros votos.
Naturalmente, no voy a apoyar a candidatos individuales ni a partidos políticos. Eso no es algo que haga Human Rights Watch.
Lo que hacemos antes de las elecciones es pedir a los votantes que analicen algunas cuestiones clave desde el punto de vista de los derechos humanos. Para las próximas elecciones al Parlamento Europeo hemos elaborado una guía para los votantes sobre diez cuestiones diferentes a las que se enfrenta Europa hoy en día.
Me gustaría añadir dos puntos a esta guía.
En primer lugar, cuidado con los políticos que culpan a los grupos vulnerables de sus problemas. Suelen ser fáciles de detectar: no hablan de mejorar tu vida, sino de empeorar la de los demás.
Su objetivo pueden ser los refugiados, un grupo religioso, un grupo étnico o los transexuales. Sea quien sea la minoría vulnerable, el mensaje es básicamente el mismo: se supone que debes creer que negarles sus derechos te ayudará a ti y a tu familia. No lo hará, por supuesto. No te lo creas.
En segundo lugar, piensa un poco más a largo plazo cuando votes. Esto puede ayudarte a ver el valor de los derechos humanos universales. Permítanme explicarlo con un poco de mi historia personal.
Me remonto sólo cuatro generaciones atrás y veo a mis 16 bisabuelos. Todos ellos hablaban una lengua materna diferente a la mía. Todos ellos tenían creencias religiosas diferentes a las mías. Todos nacieron en países distintos de donde yo nací.
Ahora, si tienes hijos o piensas tenerlos, piensa en tus descendientes, unas cuantas generaciones más adelante. No sabes cómo serán, qué idioma hablarán, qué religión seguirán, con quién se casarán, dónde vivirán y trabajarán... Las cosas cambian, y no tienes ni idea de dónde acabarán.
Si votas a políticos que pretenden castigar a un grupo de la sociedad, y luego promulgan leyes para hacer precisamente eso, en última instancia puedes estar poniendo en peligro a tus propios nietos.
Pensando a largo plazo y con tu familia en mente, tiene sentido que apoyes los derechos humanos universales: derechos para todos, independientemente de su raza, etnia, religión, identidad de género, orientación sexual, etcétera.
En tu propio interés, vota a los políticos y partidos que sean más partidarios de los derechos humanos universales. Es la mejor apuesta para las personas que vengan después de ti.
Ah, y una última cosa: recuerda que los que vengan después de ti también necesitarán un planeta habitable para vivir.
