Cuba


La maquinaria represiva de Cuba
Los derechos humanos cuarenta años después de la revolución




(New York: Human Rights Watch, 1999)

X. LÍMITES A LA LIBERTAD DE CULTO

La Iglesia llama a todos a encarnar la fe en la propia vida... para alcanzar la verdadera libertad, que incluye el reconocimiento de los derechos humanos y la justicia social.

Papa Juan Pablo II, Homilía en Santiago de Cuba, 24 de enero de 1998

Por eso, el pueblo cubano no puede verse privado de los vínculos con los otros pueblos, que son necesarios para el desarrollo económico, social y cultural, especialmente cuando el aislamiento provocado repercute de manera indiscriminada en la población acrecentando las dificultades de los más débiles en aspectos básicos como la alimentación, la sanidad o la educación.

Papa Juan Pablo II, Discurso de Despedida en el Aeropuerto Internacional José Martí, La Habana, 25 de enero de 1998

La visita de enero de 1998 del Papa Juan Pablo II a Cuba despertó la esperanza de que el Gobierno suavizaría sus políticas represivas y permitiría una mayor libertad de cultos. La visita papal ofreció oportunidades sin precedentes para demostraciones públicas de fe en un país que impuso fuertes restricciones a las expresiones religiosas en 1960 y fue oficialmente ateo hasta 1992. Aunque Cuba denegó el visado a algunos periodistas extranjeros y presionó a ciertos críticos nacionales, los llamamientos del Papa a las libertades de culto, de conciencia y de expresión crearon un histórico clima de apertura. Pero aunque permite mayores oportunidades para la expresión religiosa con respecto al pasado y ha autorizado el funcionamiento de varios grupos humanitarios dirigidos por varias religiones, el Gobierno cubano sigue manteniendo un fuerte control de las instituciones religiosas, los grupos afiliados a éstas y los creyentes particulares. Dado que el ejercicio de la libertad de cultos está estrechamente ligado al disfrute de otras libertades, como las de expresión, asociación o reunión, los creyentes cubanos se enfrentan en la practica a múltiples restricciones de la expresión religiosa.

La reticencia del Gobierno cubano para eliminar los obstáculos adicionales a expresión religiosa se deriva probablemente del hecho de que las iglesias cubanas se encuentran entre los pocos grupos no gubernamentales con una cobertura nacional. La iglesia católica, que afirma que sus fieles constituyen el 70 por ciento de la población cubana-aunque sólo una pequeña parte practica el catolicismo-se destaca por ser la institución nacional no gubernamental más grande y mejor organizada.77 Se considera que los practicantes de los ritos afrocubanos, como la Santería o La Regla de Ocha, siguen en número a los católicos, mientras que las iglesias protestantes, los testigos de Jehová y los judíos cuentan con un número menor de fieles.78 A pesar de los considerables impedimentos a la expresión religiosa, que se exponen en detalle más adelante, los fieles cubanos han logrado avances en los últimos años. Por ejemplo, el Gobierno cubano ha mejorado aparentemente su trato a los cerca de 80.000 testigos de Jehová del país, que anteriormente habían padecido el hostigamiento gubernamental debido a la oposición de su religión al servicio militar y el encuadramiento de sus fieles en organizaciones pro-gubernamentales. En diciembre de 1998, en una conferencia internacional de testigos de Jehová en La Habana, un miembro de la junta directiva alabó al Gobierno cubano porque "ve claramente que los testigos de Jehová forman parte integrante de la sociedad en que vivimos."79 Los seguidores de distintos cultos están oficiando ceremonias, formando grupos comunitarios y, en algunos casos, produciendo publicaciones aunque con una distribución limitada-y ofreciendo una importante asistencia humanitaria a la población.80

Sin embargo, el Gobierno cubano mantiene al parecer vigilados a los grupos religiosos, especialmente a la iglesia católica. Un ex-coronel del Ministerio del Interior, que trabajó en asuntos de seguridad nacional, dijo al diario Miami Herald que "la iglesia siempre fue considerada un peligro debido a que es la única fuerza dentro del país capaz de aglutinar a gente e incluso de organizar una sutil forma de resistencia." Este funcionario y otros dos ex altos funcionarios del Gobierno cubano dijeron que los agentes de inteligencia asignados al espionaje de instituciones religiosas eran entre diez y 15.81

Se afirma que las leyes cubanas garantizan la libertad de culto y ha permitido mayores expresiones religiosas en los últimos años, sin embargo, simultáneamente las restringe. En 1992, las reformas de la Constitución de 1976 supusieron que Cuba ya no fuera un Estado ateo y que la libertad de culto estuviera garantizada si se ejercía "dentro del respeto a la ley."82 Pero la Constitución de Cuba y otras leyes establecen obstáculos a las libertades de asociación, expresión y reunión, todas ellas aspectos esenciales de la expresión religiosa. El Código Penal cubano sanciona el "abuso de la libertad de cultos," que define ampliamente como la oposición de la creencia religiosa a los objetivos de la educación, o al deber de trabajar, defender la patria con las armas o reverenciar sus símbolos.83 Aunque Human Rights Watch no tiene conocimiento de ningún procesamiento reciente por este delito, el hecho de que el Gobierno cubano no lo haya anulado de sus leyes pone en entredicho su compromiso de proteger la libertad de culto.

El Gobierno cubano otorga al Departamento de Atención a los Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido Comunista un papel destacado en lasupervisión de las instituciones religiosas. No es sorprendente que los líderes religiosos que apoyan al Gobierno tengan menos impedimentos para sus actividades que los creyentes opuestos al régimen. En el Cuarto Congreso del Partido Comunista de 1991, el partido decidió que las creencias religiosas ya no serían un obstáculo para la afiliación.84 Tras esta decisión, algunas personalidades religiosas se han afiliado al Partido Comunista o forman parte incluso del liderazgo político del país, como Pablo Odén Marichal, el Presidente del Consejo Cubano de Iglesias, que es diputado en la Asamblea Nacional de Cuba. El pastor bautista Raúl Suárez Ramos de la misma organización también ocupa un sillón en la Asamblea Nacional y dirige el Centro Memorial Martin Luther King, una organización no gubernamental estrechamente vinculada al Gobierno.85 Suárez Ramos se ganó los elogios del Gobierno en 1990, cuando alabó la revolución por ser una "bendición para nuestro pobre pueblo" y calificó la política estadounidense con Cuba de "agresión económica, política, radiofónica y televisiva."86 Ambos diputados suelen viajar a otros países y participan en conferencias sobre religión en Cuba. Pero el partido trata de manera diferente a los que no comparten sus opiniones políticas. La jefa actual del departamento de asuntos religiosos del partido, Caridad Diego, criticó a un sacerdote católico estadounidense que había trabajado en el área de Villa Clara por apoyar a "grupos contrarrevolucionarios."87 El padre Patrick Sullivan había colocado copias de la Declaración Universal de Derechos Humanos en su iglesia y había instado a sus parroquianos a que defendieran esos derechos. En abril de 1998, frente a la creciente presión del Gobierno, Sullivan decidió salir de Cuba. Aunque Cuba y el Vaticano habían acordado que el Papa visitaría Cuba en 1989, el hecho de que la iglesia católica no condenara el embargo estadounidense en ese momento contribuyó aparentemente a que la visita seretrasara varios años.88 Cuando el Papa llegó por fin a Cuba a principios de 1998, el Gobierno cubano pregonó a los cuatro vientos las críticas del pontífice al embargo estadounidense.

La visita del Papa Juan Pablo II a Cuba

Un avance positivo es que el Gobierno permitiera demostraciones públicas y masivas de fe durante la visita del Papa a Cuba en enero de 1998. El Papa ofició más de cuatro misas católicas al aire libre en Santa Clara, Camagüey, Santiago y La Habana. Decenas de miles de cubanos asistieron para escuchar los llamamientos del Papa a la libertad de culto y de conciencia, que también fueron transmitidas por la televisión estatal cubana. Las autoridades cubanas permitieron la colocación de un enorme y espectacular mural del Sagrado Corazón de Jesús en la Plaza de la Revolución, que durante la misa papal se encontraba entre sendas esculturas de los héroes cubanos Ernesto "Che" Guevara y José Martí. El Gobierno no sólo permitió la asistencia a las misas papales, sino que alentó a la población a acudir y pidió también la presencia de los Comités de Defensa de la Revolución y otras organizaciones de masas. Sin embargo, los agentes gubernamentales informaron aparentemente a ciertos disidentes que no debían asistir a las celebraciones. En la misa papal en La Habana, algunos simpatizantes del Gobierno intentaron al parecer ahogar los gritos de "libertad" procedentes de los asistentes. Se informó que dos hombres y una mujer que criticaron al Gobierno fueron detenidos durante esa misa, uno de ellos por agentes de la seguridad del Estado y los otros dos por hombres con uniformes de la Cruz Roja Cubana.89 Además, el Gobierno cubano no concedió permisos a docenas de periodistas internacionales y algunos activistas de derechos humanos parar viajar a Cuba durante la visita papal.90

En sus discursos y homilías, el Papa Juan Pablo II reclamó el respeto a los derechos humanos y pidió la puesta en libertad incondicional de los presos políticos. En la misa en La Habana, el Papa declaró que la liberación "no se reduce a los aspectos sociales y políticos, sino que encuentra plenitud en el ejercicio de lalibertad de conciencia, base y fundamento de los otros derechos humanos."91 Entre el clero cubano, el Arzobispo de Santiago Pedro Meurice fue aclamado cuando, en su discurso de bienvenida antes de la misa papal en Santiago, declaró que "nuestro pueblo es respetuoso de la autoridad y le gusta el orden, pero necesita aprender a desmitificar los falsos mesianismos."92 Tras la visita papal, el Gobierno cubano puso en libertad a un centenar de presos políticos, pero la mayoría de ellos habían cumplido casi toda, su condena, y la policía les exigió que aceptaran su retirada de las actividades de oposición. El Gobierno cubano puso en libertad a 17 de estos presos a condición de que aceptaran exiliarse a Canadá, una violación de su derecho a permanecer en su país natal y una respuesta negativa al pedido del papa en favor de la reinserción social de los prisioneros liberados.93

Restricciones de la expresión religiosa

El Departamento de Atención a los Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido Comunista revisa al parecer las solicitudes de las instituciones religiosas para la construcción de iglesias, celebración de procesiones, impresión de documentos y obtención de imprentas, importación de vehículos y otros suministros, recepción y entrega de ayuda humanitaria, obtención de visados de entrada o salida para religiosos o la puesta en marcha de escuelas religiosas. Las medidas de mano dura contra las instituciones religiosas en Cuba en estos aspectos impiden la libertad de culto. Por ejemplo, la directora del departamento, Caridad Diego, declaró que su oficina no tenía ninguna intención de autorizar las escuelas religiosas. Diego ofreció una respuesta ambigua cuando le preguntaron sobre los 130 visados pendientes para religiosos extranjeros, diciendo tan sólo que no era "un asunto cerrado."94 Desde que el Gobierno cubano expulsara a la mayoría de los sacerdotes y monjas extranjeros poco después de la revolución, el número actual de clérigos y religiosas católicos en Cuba asciende a 900, la mitad de los cuales son cubanos. Poco antes de la visita del Papa, el Gobierno cubano aprobó una veintenade visados para clérigos extranjeros. En diciembre de 1998, Cuba había autorizado otros 40 visados para sacerdotes y monjas católicos extranjeros.95 El Gobierno cubano presiona a los religiosos negándoles visados de salida. Al parecer, el Gobierno negó el permiso para salir de Cuba en septiembre de 1998 al reverendo bautista Roberto Hernández Aguiar.96 Las iglesias que esperan ampliar sus operaciones en Cuba también se ven frenadas por la negativa del Gobierno a permitir la construcción de iglesias o las ceremonias fuera de las iglesias, en "casas de culto."97 Desde la revolución hasta 1990, Cuba sólo había autorizado al parecer la construcción de una iglesia, un templo protestante en Varadero. En 1997 y principios de 1998, el Gobierno cubano concedió permiso a la iglesia católica para la construcción de un seminario y una iglesia.98

En junio de 1998, se informó que el Partido Comunista había negado permisos para procesiones religiosas en Arroyo Naranjo con motivo de la festividad de San Antonio, y en Calabazar, municipalidad de Boyeros, para celebrar la festividad de San Juan Bautista. Cuando el sacerdote que solicitó los permisos intentó dirigirse a las autoridades municipales, como haría cualquier organización no gubernamental, los funcionarios insistieron en que el Partido Comunista revisara la petición.99 El 7 de septiembre de 1998, las autoridades cubanas permitieron que un millar de personas participaran en un procesión en honor a la Virgen de Regla en La Habana.100 Pero al día siguiente, festividad de la patrona de Cuba, la Virgende la Caridad del Cobre, siete activistas no pudieron asistir a las celebraciones por estar bajo arresto, mientras que los agentes de la seguridad del Estado impedían la asistencia de otros 30 al no dejarles salir del domicilio en La Habana de Isabel Pino Sotolongo, del Movimiento Cristo Rey.101

El Gobierno cubano permitió un acceso sin precedentes a los medios de comunicación estatales durante la visita papal, pero desde entonces ha ofrecido muy pocas posibilidades a las instituciones religiosas para que emitan su mensaje. Cuba no cuenta con emisoras de televisión o radio independientes. Aunque el Gobierno mantiene un fuerte control de las publicaciones, unas cuantas iglesias han logrado publicar boletines religiosos en los últimos años, con una difusión limitada. En especial los protestantes y los católicos siguen insistiendo en aumentar su acceso a los medios de comunicación estatales.102 El 25 de diciembre de 1998, el Gobierno cubano autorizó un mensaje navideño del Cardenal Jaime Ortega, líder de la iglesia católica cubana, en una emisora de radio estatal, al parecer de muy poca audiencia.103

Una de las organizaciones disidentes más destacadas de Cuba, el Movimiento Cristiano de Liberación (MCL), dirigido por Oswaldo Payá Sardiñas, lleva años intentando recoger 10.000 firmas para pedir una reforma política, con la esperanza de que se celebre un referéndum. Payá Sardiñas ha demandado abiertamente el respeto de derechos religiosos, incluyendo la libertad para construir iglesias e impartir educación religiosa, derechos relacionados como el de formar asociaciones independientes y la puesta en libertad de presos políticos.104 Las actividades del MCL han resultado en presiones gubernamentales. En febrero de 1997, un tribunal cubano condenó al miembro del MCL Enrique García Morejón, que había estado recogiendo firmas para la petición, a cuatro años de prisión porpropaganda enemiga.105 Los funcionarios del Gobierno cubano han denegado varias peticiones a Payá Sardiñas para salir del país con motivo de actividades relacionadas con el MCL, la última vez en octubre de 1998, cuando las autoridades migratorias le negaron el permiso para asistir a una conferencia de derechos humanos en Polonia.106

Obstáculos a los programas de ayuda humanitaria

Las instituciones religiosas tales como la organización católica Cáritas han asumido papeles cada vez más importantes en el suministro de ayuda humanitaria a la población cubana. El Centro Martin Luther King, que mantiene estrechos vínculos con el Gobierno bajo la dirección de Raúl Suárez, pastor bautista y diputado a la Asamblea Nacional de Cuba, también ejecuta proyectos de ayuda humanitaria.107 En octubre de 1997, la responsable de Asuntos Religiosos, Caridad Diego informó a los grupos religiosos que realizan trabajo humanitario que el Ministerio de Comercio había promulgado la Resolución 149/97 (el 4 de agosto de 1997) estableciendo restricciones sobre las compras de dichas instituciones en comercios oficiales.108 La resolución prohíbe las compras al por mayor en todas las entidades salvo al Grupo Corporativo EMSUNA, propiedad del Gobierno. Al parecer, Diego comentó a algunos líderes religiosos que las restricciones eran una respuesta al hecho de que las iglesias supuestamente habían adquirido productos ilegales, abusado de su derecho a comprar en tiendas oficiales y traficado con productos en el mercado negro.109

La resolución prohíbe la compra de máquinas de fax, fotocopiadoras y otros productos electrónicos por parte de las instituciones religiosas.110 Dado que en Cuba se criminaliza la impresión no autorizada previamente por el gobierno y la propaganda enemiga, y que el Gobierno ha requisado máquinas de fax, computadoras, y fotocopiadoras a organizaciones disidentes, esta medida parece destinada a impedir la libertad de expresión de los grupos religiosos.111 Además, la ley establece engorrosos requisitos de notificación. Las instituciones que prevean la compra de productos al Gobierno deben presentar declaraciones juradas, firmadas por la autoridad "debidamente acreditada y reconocida" en la institución, detallando el empleo que se dará a cada producto y confirmando que se utilizarán exclusivamente para ese fin y no serán entregados a ninguna otra entidad religiosa.112 Dado que muchos instituciones religiosas funcionan sin autorización oficial, como la Comisión de Justicia y Paz, organización de derechos humanos de la iglesia católica, esta disposición les impide hacer compras. Las organizaciones humanitarias no pueden adquirir alimentos sin notificar al Gobierno con 30 días de antelación.113 Para la compra de productos de higiene personal para residencias de ancianos, niños, y discapacitados o sanatorios y residencias para leprosos, la resolución exige que la entidad religiosa presente declaraciones juradas con el número de personas que residen en cada centro.114

Aunque Cuba puede ejercer legítimamente su derecho a racionar los productos esenciales, estas restricciones impiden la libertad de expresión y establecen límites poco razonables sobre la capacidad de las instituciones religiosas para realizar labores humanitarias. Un activista laico dijo que "'El mensaje de estasnuevas regulaciones de la iglesia es que las iglesias... estaban haciendo demasiado, estaban demasiado activas.'" 115

Restricciones de las visitas a las prisiones

Las restricciones gubernamentales de las visitas pastorales a los presos se exponen en detalle en el apartado anterior titulado Condiciones generales en las prisiones: Restricciones de las visitas religiosas.


CAPÍTULO XI (Impunidad)

77 Tim Golden, "After a Lift, Cuban Church Has a Letdown," New York Times, 13 de septiembre de 1998.

78 Algunas de las cifras de católicos y afrocubanos están cruzadas, ya que las religiones afrocubanas suelen exigir que sus creyentes sean católicos bautizados. Los practicantes de los ritos afrocubanos se enfrentaron a graves obstáculos para ejercer su fe poco después de la revolución. Sin embargo, en 1978, el Gobierno inició al parecer la promoción de varios santeros-llamados babalowas-que un experto calificó de "diplobabalowas," como atracción turística. Juan Tamayo, "In Cuba Clash Between Religions: Afro-Cuban Creeds, Catholics at Odds," Miami Herald, 12 de enero de 1998.

79 "Se abre espacio para Testigos de Jehová," Reuters News Service reproducido en El Nuevo Herald, 26 de diciembre de 1998.

80 Entrevista telefónica de Human Rights Watch con el Dr. Damián Fernández, profesor de relaciones internacionales de la Universidad Internacional de Florida, Miami, 15 de julio de 1998. Dr. Gillian Gunn, "Cuba's NGOs: Government Puppets or Seeds of Civil Society?" Cuba Briefing Paper Series: Number 7, Proyecto del Caribe de la Universidad de Georgetown, febrero de 1995.

81 Juan O. Tamayo, "Cuba Has Long Spied on Church," Miami Herald, 21 de enero de 1998. Uno de los desertores, el ex Coronel del Ejército Daniel Alarcón, dijo al Miami Herald que había ayudado a tender una trampa a un sacerdote católico acusado de asistir a un secuestrador anticastrista que había matado a una azafata en 1966. Alarcón dijo que el padre Miguel Laredo, que cumplió una condena de diez años, era inocente. Los métodos de recolección de inteligencia del Gobierno se discuten el capítulo anterior titulado Formas en que rutinariamente se manifiesta la represión.

82 Artículos 8 y 55 de la Constitución de la República de Cuba (1992). Las disposiciones de la Constitución y el Código Penal sobre la libertad de culto y otras libertades fundamentales se expone en detalle en los apartados anteriores titulado Negación de los derechos humanos en la legislación cubana: La Constitución de Cuba y Codificación de la represión.

83 Artículo 206 del Código Penal. Esta disposición se discute en el apartado anterior titulado Codificación de la represión.

84 Para ver una discusión detallada de esta decisión, Román Orozco, Cuba Roja (Buenos Aires: Información y Revistas S.A. Cambio16 - Javier Vergara Editor S.A., 1993), pp. 587-590.

85 Frances Kerry, "Spirits in Soup Tureens Await Pope in Cuba," Reuters News Service, 15 de enero de 1998; y Hómero Campo, "El Gobierno las Ve con Recelo y las Somete a Estrictos Controles," Proceso, 18 de mayo de 1997.

86 "Pese a sus errores la Revolución ha sido una bendición," Granma, 15 de abril de 1990, citado en Orozco, Cuba Roja, p. 599.

87 Tim Golden, "After a Lift, Cuban Church Has a Letdown," New York Times, 13 de septiembre de 1998.

88 Orozco, Cuba Roja, pp. 594-96.

89 Redacción del Herald, "Cuban Security Ever Vigilant," Miami Herald, 27 de enero de 1998.

90 "Argentina: Argentina Complains to Cuba Over Reporters' Visas," Reuters News Service, 9 de enero de 1998; y Lisa Balmaseda, "The Sound of Castro's Silence," Miami Herald, 21 de enero de 1998.

91 Homilia del Papa Juan Pablo II, Plaza de la Revolución, La Habana, 25 de enero de 1998.

92 Arzobispo Pedro Meurice, Bienvenida al Papa Juan Pablo II, Santiago, 24 de enero de 1998.

93 Las puestas en libertad se discuten en el apartado anterior titulado Tratamiento de presos políticos: Puestas en libertad de presos políticos.

94 Golden, "After a Lift, Cuban Church Has a Letdown".

95 Mark Fineman, "New Freedoms in a More Open Cuba," Los Angeles Times, 27 de diciembre de 1998. Al menos cinco de los visados corresponden a sacerdotes extranjeros que sustituirán a otros que partirán de Cuba. "Cuba: Cuba Approves Entry of 19 More Catholic Priests," Reuters News Service, 18 de noviembre de 1998.

96 Luis López Prendes, "Niega el Partido Comunista permisos a pastor bautista," Buró de Prensa Independiente de Cuba, 17 de septiembre de 1998.

97 Douglas Farah, "Church Resurrected in a Changing Cuba: Pews Fill Amid Dialogue Initiated by Pope and Castro," The Washington Post, 28 de enero de 1997.

98 Serge Kovaleski, "Cuba Seen Ready to Issue More Work Visas to Clergy," The Washington Post, 27 de enero de 1998.

99 Oswaldo Paya Sardiñas, "Coartan autoridades cubanas derecho a procesiones," Infoburó, 29 de junio de 1998.

100 Juan O. Tamayo, "Cuban Authorities Mix Tolerance, Repression," Miami Herald, 9 de septiembre de 1998.

101 Ariel Hidalago y Tete Machado, "Nueve disidentes detenidos durante una redada," Infoburó, 9 de septiembre de 1998. Estas detenciones se exponen en detalle en el capítulo titulado Formas en que rutinariamente se manifiesta la represión.

102 April Witt, "Religiosos de EU viajarán a Cuba," El Nuevo Herald, 29 de mayo de 1998.

103 "Cuba Agrees to let Catholic Leader Broadcast Christmas Message," Associated Press, reproducido en Miami Herald, 26 de diciembre de 1998.

104 Oswaldo Payá Sardiñas, "Cuba Hacia el 2000," Infoburó, 21 de septiembre de 1998.

105 Entrevista telefónica de Human Rights Watch con Odilia Collazo, Partido Pro Derechos Humanos, La Habana, 13 de octubre de 1998.

106 "Niegan Permiso de Viaje a Disidente," El Nuevo Herald, 15 de octubre de 1998.

107 Gillian Gunn, "Cuba's NGOs," The Cuba Briefing Paper Series, febrero de 1995.

108 Segunda sección de la Resolución 149/97.

109 Juan A. Tamayo, "Cuba impone restricciones a las iglesias," El Nuevo Herald, 18 de octubre de 1997.

110 Anexo I de la Resolución 149/97.

111 Artículos 210 y 103 del Código Penal cubano. Estas disposiciones se discuten en el apartado anterior titulado Codificación de la represión.

112 Cuarta sección de la Resolución 149/97.

113 Ibíd., Sexta sección.

114 Ibíd., Quinta sección. La resolución también limita la cantidad de productos que pueden comprar un grupo religioso a cuatro rollos de papel higiénico, un tubo de pasta dentífrica, un frasco de desodorante y uno de champú por residente al mes. Ibíd., Anexo 2.

115 Tamayo, "Cuba impone restricciones a las iglesias," El Nuevo Herald, 18 de octubre de 1997.


CAPÍTULO XI (Impunidad)
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