(Nueva York)– Los gobiernos de todo el mundo deberían firmar y ratificar la Convención de Minamata sobre el Mercurio y adoptar medidas inmediatas para reducir la contaminación con mercurio, señaló hoy Human Rights Watch en cartas dirigidas a los ministros de medioambiente de todo el mundo. Human Rights Watch envió cartas a países donde se desarrolla la minería de oro artesanal y a países donantes en anticipación a una conferencia diplomática y con el fin de que los países firmen el tratado internacional, que tendrá lugar del 7 al 22 de octubre de 2013 en Japón. Para que el convenio entre en vigor, debe contar con la firma de al menos 50 países.
El mercurio es un metal líquido de alta toxicidad que ataca el sistema nervioso central y permanece en el medioambiente durante largos períodos. Las comunidades están expuestas a los efectos del mercurio a través del aire, el suelo y el agua. La minería de oro artesanal es la actividad que mayores cantidades de mercurio utiliza en todo el mundo. Todos los días, millones de niños y adultos que trabajan en la extracción de oro en todo el mundo tienen contacto con el mercurio, lo cual, a largo plazo, implica el riesgo de sufrir discapacidades e incluso la muerte.
“La intoxicación con mercurio es un flagelo histórico”, señaló Jane Cohen, investigadora de la División de Salud y Derechos Humanos de Human Rights Watch. “La ratificación de la Convención de Minamata será un importante hito para asegurar que todas las personas sean protegidas contra sus devastadores efectos”.
El 19 de enero de 2013, más de 140 países llegaron a un acuerdo sobre el texto de la Convención de Minamata. El nombre de este tratado hace referencia a uno de los peores desastres de intoxicación con mercurio de la historia, que desde 1956 causó la muerte a más de 900 personas en Japón. Obliga a los gobiernos a proteger a sus ciudadanos de la exposición al mercurio. El tratado versa sobre una serie de productos y procesos perjudiciales vinculados con el mercurio.
El tratado aborda los efectos del mercurio en la minería de oro artesanal y de pequeña escala. Se estima que, en África, Asia y América Latina, 15 millones de personas dedicadas a la minería artesanal —incluidos muchos niños— utilizan el mercurio para separar el oro del mineral, quemando una mezcla tóxica de oro y mercurio. Human Rights Watch ha documentado el uso de mercurio por parte de trabajadores infantiles. Asimismo, ha registrado que las medidas adoptadas por los gobiernos son inadecuadas para prevenir, estudiar y tratar las afecciones vinculadas con el mercurio en las áreas mineras, o que directamente no existen tales medidas.
La Convención de Minamata exige a los gobiernos que ratificarán el acuerdo que desarrollen planes de acción nacional obligatorios con medidas para eliminar las formas más nocivas de uso del mercurio, promuevan la adopción de métodos de minería libres de mercurio, protejan a los niños y a las mujeres en edad de concebir de la exposición al mercurio y adopten medidas para mejorar la salud de los mineros.
Human Rights Watch instó a los gobiernos de países donde se desarrolla la minería artesanal a que adopten medidas inmediatas para abordar los efectos perjudiciales del mercurio aun antes de que el tratado entre en vigor, y a los países donantes a que brinden asistencia técnica y financiera a esos esfuerzos. Los gobiernos deberían:
· Adoptar medidas para poner fin al trabajo infantil en la minería de oro artesanal;
· Capacitar a los trabajadores de la salud acerca de los efectos del mercurio;
· Mejorar la capacidad del sistema de salud para estudiar y tratar las afecciones vinculadas con el mercurio; y
· Monitorear los niveles de mercurio de las personas que pertenecen a comunidades dedicadas a la minería artesanal de mercurio, incluidos los niños.
“Los gobiernos no deberían esperar a que el tratado entre en vigor para proteger la salud de sus ciudadanos”, afirmó Cohen. “Deberían demostrar su compromiso con la Convención de Minamata adoptando medidas en este mismo momento”.