“El deporte es una de las plataformas más poderosas para promover la igualdad de género y empoderar a mujeres y niñas”.
“Como líder del Movimiento Olímpico, el Comité Olímpico Internacional está tomando medidas continuas para avanzar en la igualdad de género”.
Son citas directas de la página web del Comité Olímpico Internacional (COI), que ha hecho mucho hincapié en la igualdad de género alcanzada en París 2024. Destaca una “primicia sin precedentes”: por primera vez en la historia, el 50 % de los atletas son mujeres y el 50 % hombres. También señala sabiamente que la igualdad no es sólo cuestión de números.
“El Comité Olímpico Internacional (COI), consciente de que no basta con unos Juegos Olímpicos sean solo equilibrados entre hombres y mujeres, ha tomado medidas cada vez más importantes a lo largo de los años para dar ejemplo y animar a todo el Movimiento Olímpico a avanzar en la igualdad de género tanto dentro como fuera del terreno de juego”.
Con una filosofía tan clara e íntegra, resulta sencillamente extraño que la atleta olímpica Manizha Talash haya sido descalificada de los Juegos Olímpicos de París 2024 por promover la igualdad de género.
Una bailarina afgana que competía con el equipo olímpico de refugiados, Manizha Talash, también conocida como “B-Girl Talash”, fue expulsada de la competencia de breaking de los Juegos Olímpicos después de que participara llevando una capa que decía “Liberen a las mujeres afganas”.
La Federación Mundial de DanceSport, organismo rector de este deporte, declaró que Talash había sido descalificada por “exhibir un lema político en su atuendo, infringiendo la Regla 50 de la Carta Olímpica”.
Los organismos rectores del movimiento olímpico llevan mucho tiempo utilizando la Regla 50 para castigar a los atletas que apoyan abiertamente causas de derechos humanos, como hizo Talash en París.
Sin embargo, las tres palabras de Talash, “Liberen a las mujeres afganas”, fueron un recordatorio muy necesario para el mundo. Desde que tomaron el poder en Afganistán hace tres años, los talibanes han creado “la crisis de derechos de la mujer más grave del mundo”. Prohíben a las niñas y mujeres la educación secundaria y superior, restringen la libertad de movimiento de las mujeres y les impiden acceder a muchos puestos de trabajo.
Los talibanes también prohíben que las mujeres y las niñas practiquen deportes, algo que el propio Comité Olímpico Internacional ha condenado repetidamente en los últimos años.
En 2023, por ejemplo, la Comisión Ejecutiva del COI dijo que “sigue estando extremadamente preocupada por las restricciones impuestas a las mujeres y las jóvenes para acceder al deporte en Afganistán, que no se han revertido a pesar de los reiterados llamamientos del COI y que son contrarias a los valores olímpicos de no discriminación, inclusión y respeto”.
Esto no es más que una forma rebuscada de decir aquello por lo que Talash fue descalificada al exhibir en su capa: “Liberen a las mujeres afganas”.
Manizha Talash no debe ser castigada por promover la igualdad de género. La decisión de descalificarla debe anularse, y el Comité Olímpico Internacional debe dejar de utilizar la Norma 50 para castigar a los atletas por apoyar los derechos humanos universales.
