¿Qué se supone que deben hacer las niñas de nueve años?
La inmensa mayoría de las personas del mundo responderían a esta pregunta de la misma manera: las niñas de nueve años deberían estar jugando con sus amigos, leyendo libros, asistiendo a clases...
Nadie con sentido de la decencia diría "casarse", pero eso es exactamente lo que un grupo de legisladores iraquíes quiere que ocurra.
Algunos miembros del parlamento iraquí están impulsando una enmienda que podría legalizar el matrimonio infantil para niñas de tan sólo nueve años y niños de tan sólo 15 años. La enmienda permitiría a las parejas elegir si la ley religiosa o la Ley del Estatuto Personal del país regirán sus asuntos de matrimonio, divorcio, custodia de los hijos y herencia.
La maniobra de los políticos para legalizar la violación infantil -porque, seamos francos, eso es lo que se esconde tras el eufemismo "matrimonio infantil"- es repugnante. Pero no es el único problema de las enmiendas propuestas.
Los cambios también socavarían el principio de igualdad ante la ley, al permitir que sea la religión, y no la ciudadanía, la que dicte qué derechos tiene un iraquí, y eliminar las protecciones para las mujeres en materia de divorcio y herencia.
Es el último de una serie de ataques de ciertos dirigentes políticos iraquíes contra los derechos de la mujer y la igualdad de género. Ya han conseguido criminalizar la homosexualidad, prohibir el uso de la palabra "género" y paralizar la aprobación de una ley sobre violencia doméstica.
La última enmienda propuesta ha provocado, con razón, la condena y la protesta generalizada en Irak. Las mujeres del parlamento han unido sus fuerzas en todo el espectro político para luchar contra la aprobación de la enmienda. Mujeres y hombres iraquíes también han salido en masa a la calle para manifestarse en contra.
La organización y las protestas consiguieron retrasar la segunda lectura de esta terrible enmienda en el Parlamento, pero sólo por unas dos semanas. Sigue avanzando en el proceso para convertirse en ley. Extrañamente, el Tribunal Supremo de Irak ha declarado que la enmienda sería constitucional, a pesar de que el artículo 14 de la Constitución garantiza la igualdad ante la ley.
Habrá una última lectura de la enmienda en el Parlamento antes de que se someta a votación. No está claro cuándo será.
Sin embargo, está perfectamente claro que los políticos iraquíes que presionan para legalizar la violación de menores deberían entrar en razón, escuchar a los iraquíes indignados y poner fin a esta locura.
